El 22 de mayo de 1928, Don Rufino Blanco Sánchez formó parte, en calidad de gobernador de Segovia, del numeroso grupo de asistentes al homenaje que el pueblo de Otones ofreció a Don Luis Benjumea, como ya se ha puesto de manifiesto en crónicas anteriores.
En uno de los discursos pronunciados tuvo ocasión de escuchar la siguiente frase «… los moradores de aquel lugar son de sanas costumbres, frugales y laboriosos, y de una cultura elemental elevada, pues no existe entre ellos ningún analfabeto mayor de diez años.» Información que, sin duda, agradaría mucho a Rufino Blanco, que, además, de periodista, filólogo y bibliógrafo, es condiserado como uno de los educadores y pedagogos más importantes de la corriente católica y neoescolástica del primer tercio del siglo XX.
Su fotografía forma parte de la galería de retratos del Museo Pedagógico de Otones de Benjumea.
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