Terminábamos nuestra crónica del año pasado sobre esta fiesta deseando que en su siguiente edición pudiera celebrarse con normalidad. No ha podido ser, pero, casi. Misa, con aforo limitado; aperitivo, al aire libre y con distancia, y cántico de “Los pajaritos” con mascarilla han sido, digamos, los actos oficiales matutinos. A ello hay que añadir los asados de cordero en la mayor parte de las casas y mucho tiempo para el encuentro y el paseo, por la tarde.
Entre el numeroso público asistente a esta cita festiva con nuestro pueblo se notaban ganas, deseos de verse, de encontrarse, de compartir, de recordar a los ausentes, pero sabedores de que aún hay que seguir siendo responsables para que todo pueda volver a ser como antes.
Viva San Antonio. Viva Otones