El pasado sábado, 30 de marzo, se celebró en Otones la fiesta de la matanza. Más de 300 personas acudieron a la cita que todos los años, y ya van 24, se tiene con una de las tradiciones gastronómicas más arraigadas.
El buen tiempo, la excelente compañía, los apetitosos productos del cerdo, los juegos populares de siempre, la música de nuestra tierra… y una magistral lección de historia ofrecida por el gran hispanista Giles Tremlett, que nos presentó su libro sobre Isabel la Católica, compusieron, de nuevo, un cuadro multicolor, bullicioso, alegre, colmado y esperanzado sobre Otones.
Y todo ello en la víspera del día en el que tendría lugar en Madrid «La revuelta de la España vaciada», jornada de manifestación y protesta para que los pueblos no se abandonen. Nosotros no lo haremos.