Queridos vecinos y visitantes de Otones de Benjumea
Para mí es un gran honor estar hoy aquí delante de vosotros como pregonero de las fiestas de San Benito. Quiero, primeramente, agradecer a los miembros de la junta directiva de la Asociación Cultural “El Corralón” por este ofrecimiento, que asumo con gran responsabilidad y orgullo y espero estar a la altura de lo que significan para mí tanto el pueblo como su Asociación.
Aunque no he vivido de manera continuada en Otones, sí que puedo decir que soy de origen otonero, de los últimos nacidos en una de sus casas. Mis vacaciones de verano durante mi infancia y adolescencia las pasé aquí y pude apreciar en primera persona las difíciles condiciones en las que se vivía. La falta de agua corriente en los domicilios unida a las duras tareas agrícolas y ganaderas que se realizaban forzó a muchos de sus residentes a buscar en otros lugares otras alternativas para progresar. El éxodo en los años sesenta a la ciudad, con mejores ofertas laborales, iba dejando a Otones sin población y provocando un desarraigo en aquellos que se alejaban de sus orígenes.
Sin embargo, ante este panorama tan sombrío que se avecinaba, un grupo de jóvenes, allá por 1976, recogiendo los nuevos aires que traía la Transición, vieron este problema como una oportunidad. De este modo, se propusieron dar un nuevo aire al ocio de sus habitantes, especialmente para los más pequeños. Se dedicaron a preparar los grupos de teatro, con representaciones que eran muy aclamadas por sus familiares y amigos; organizaron un grupo de danzas para dar visibilidad al baile castellano por excelencia, la jota, o ensayaban los cánticos que luego se entonarían en las celebraciones eucarísticas. Pero lo realmente llamativo era el nuevo aire que quisieron darle a las fiestas patronales, que hasta ese momento seguían siempre el mismo patrón: la misa, la procesión, el asado y el baile en la plaza con la orquesta subida en un remolque. Entre las nuevas intervenciones que se incluyeron se encontraban los conciertos de música folk de los mejores grupos castellano y leoneses del momento como Hadit y Candeal, entre otros, que convocaron a cientos de visitantes de los pueblos de alrededor.
A estas actividades se le fueron sumando otras que mezclaban lo cultural y lo recreativo, con actuaciones musicales, representaciones de obras de teatro, exposiciones, conferencias, concursos de pintura y gastronomía, campeonatos de juegos tradicionales o actuaciones de regeneración del medio ambiente. En fin, unas iniciativas que de cada vez atraían más la atención de aquellos que vivían fuera de Otones, lo que llevó a los componentes de aquella incipiente asociación a constituirse legalmente, el 7 de octubre de 1983, como Asociación Cultural “El Corralón”. Su funcionamiento, desde un principio, tuvo un carácter participativo, aunque bien es cierto que al final sólo unos pocos eran los que arrimaban el hombro. Por esta razón, en los años 1991 y 1992 la Asociación entró en una crisis, debido fundamentalmente al cansancio de los que formaban parte de la junta directiva. Esto provocó que se paralizara casi toda la actividad que en ese momento se venía realizando, poniendo en peligro todo lo alcanzado hasta ese momento. Finalmente se decidió dar un paso adelante y se acordó que todo socio debía participar de la gestión, adquiriendo un mayor grado de compromiso. A partir de este momento, mediante un sorteo, todos los socios podían participar de la administración y gestión de la Asociación formando parte de su junta directiva.
Este paso fue fundamental para que el sentimiento de pertenencia fuera creciendo entre la población de Otones. Para conseguirlo se decidió atraer la atención de los socios al pueblo durante todo el año, no sólo en el verano. De ahí que surgieran días de especial significado con un alto grado de convocatoria como eran: la matanza, las hacenderas, las marchas, la elaboración del nacimiento para la navidad, las salidas a disfrutar de las obras de teatro o los musicales en Madrid, el restablecimiento de algunas tradiciones como “La sierra vieja”, el cuidado del patrimonio natural con la convocatoria de “El día del árbol” o la recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural, tanto el etnográfico como el pedagógico. Esta última iniciativa se materializó con dos museos de alto nivel que han atraído y siguen atrayendo a miles de personas todos los años. Además, se han recuperado espacios que estaban muy deteriorados para el uso y disfrute no solo de los asociados, sino de todo aquel que se sentía atraído por el poder de convocatoria que iba consiguiendo en la población de los alrededores.
Como podéis apreciar, la labor de la Asociación no es el fruto de unas iniciativas particulares, sino que es el resultado de una especial sensibilidad de sus vecinos, familiares y amigos por mantener su patrimonio y sus tradiciones, que les ha permitido consolidar el sentimiento de comunidad. La posibilidad de que los asociados puedan participar en las decisiones más el trabajo voluntario colaborativo son un sello de identidad muy apreciado tanto por los habitantes de otros municipios como de algunas entidades públicas y privadas, que han premiado algunas de sus iniciativas.
Por tanto, la Asociación Cultural “El Corralón” y el pueblo de Otones de Benjumea transmiten una gran complicidad entre sus miembros gracias a su participación comunitaria, aportando cada uno su granito de arena. Esta relación ha sido posible gracias a que siempre se han marcado unos objetivos que aglutinan los intereses de la mayoría, se han administrado convenientemente los recursos económicos y humanos, ha habido personas que han ejercido de líderes en la toma de decisiones y, sobre todo, se ha potenciado el sentido de comunidad.
Y ya hecho el repaso de lo que ha sido, es y espero que seguirá siendo la Asociación Cultural “El Corralón”, ahora toca decir la razón fundamental por la que estamos hoy aquí, dar el pistoletazo de salida a nuestras fiestas patronales en honor a San Benito. Os invito a todos a que dejéis atrás vuestras preocupaciones y os llenéis de una alegría contagiosa que os haga disfrutar y hagáis divertir a los que estén cerca de vosotros.
Por último, os pido que os sintáis orgullosos, como yo lo estoy, de poder decir que sois de Otones. Un pueblo y una Asociación que han demostrado durante más de cuarenta años que se puede afrontar el futuro con valentía y optimismo, ofreciendo razones suficientes para transmitir a todo el mundo que hay alternativas de futuro en la España vaciada.
¡Viva Otones de Benjumea y viva San Benito!
Muchas gracias y que comiencen las fiestas.