Buena noches.
No sé si fue por sorteo o a dedo, pero este año me ha tocado a mí decir el pregón de las Fiestsas de San Benito.
Nunca pensé que iba a ser capaz de ponerme delante del público, pero aquí me tenéis. Y me pregunto ¿y ahora qué cuento?
Voy a contar algo de mi niñez, que es lo que he vivido, porque a los 16 años me fui fuera a trabajar. Pero tengo muy buenos recuerdos y me hace mucha ilusión poder compartir con vosotros.
Habrá muchos de mi generación que se acuerden de cosas que pueda contar: cómo aprendimos la tabla de multiplicar, los ríos y las provincias; lo hacíamos cantando que era más entretenido.
Se acordarán también de lo que hacíamos el día de San Antón, cuando por la mañana temprano salíamos con una gallina a dar vueltas a la iglesia, sería para que San Antón las diera su bendición para que pusieran más huevos. Y los chicos con los cencerros, dando la cencerrada por todo el pueblo.
Tengo un ligero recuerdo de que por las ánimas nos daban en la iglesia un panecillo que le llamaban bodigo.
Me gustaría haber hecho un vídeo con todos los juegos que hacíamos antes: la comba, el corro, la pelota, la parranca, las tabas, los alfileres… En las cañas jugábamos a la chipucia.
Recuerdo de un año que hubo sequía y teníamos que ir a la fresnera a buscar agua con el burro y las aguaderas de cuatro senos con cuatro cántaros, que se llenaban con el agua que cogíamos con un jarro de los manantiales. No sé si tenía 10 ó 12 años, lo que sí recuerdo es que un día el burro me tiró por la cabeza y casi llegué yo antes que el burro.
Podría estar contando cosas de lo mucho que trabajaba y lo que hacía días enteros, pero yo era feliz.
Termino ya porque estoy muy nervisosa.
Pero tengo una sorpresa que quiero compartir con todos vosotros, y necesito vuestra colaboración; es una canción dedicada a nuestro pueblo, Otones de Benjumea:
Otones, Otones, Otones de Benjumea.
Tus museos te hacen grande, aunque tú seas pequeño
que abres todas las puertas para que vengan a vernos
y darles tu corazón para que siempre recuerden que hay que colaborar
para que Otones se conserve.
Otones, Otones, Otones de Benjumea,
tus vecinos te quieren, te aman y te respetan
porque tú eres muy grande Otones de Benjumea.
Tenemos que trabajar y también colaborar para ir mejorando
y no se eche a perder todo lo qiue se está logrando.
Otones, Otones, Otones de Ben jumea.
Quedan todos invitados para que vengan a vernos
y que nos den su opinión para quedarnos contentos
y poder dales las gracias en nombre de nuestro pueblo.
Otones, Otones, Otones de Benjumea.
Con los nervios se me olvidó dar las gracias a los que se preocupan por los museos para que cada vez estén mejor y venga más gente a conocernos.
Os deseo mucha salud.