En primer lugar, queremos agradecer al Ayuntamiento de Torreiglesias y a la Parroquia de Otones la iniciativa y la deferencia que han tenido con nuestras familias al haber organizado este acto religioso de despedida de nuestros padres, y vecinos de Otones, Juanito y Felisa.
Acto, por otra parte, imprescindible para reparar, en lo posible, las dolorosas consecuencias a las que condujeron las circunstancias sanitarias y legales del momento. Esta situación, como sabemos, imposibilitó que pudieran estar acompañados en sus últimos momentos por los seres queridos y, de la misma forma, impidió el que fueran despedidos en su entierro por vecinos, amigos y familiares como viene haciéndose en situaciones de normalidad.
Nuestros padres y madres merecen reconocimiento, homenaje y recuerdo permanentes.
Pertenecen a una generación que empeñó su vida por su país, por su pueblo y por su familia. Sus componentes trabajaron con ahínco por superar las dificultades que les tocó vivir, que no fueron pocas, y lograron contribuir a la modernización y progreso generales.
De modo particular, nuestros padres y madres, también Felisa y Juanito, se comprometieron con su propia tierra luchando incansablemente por mejorar su forma de vida, introduciendo las innovaciones que la mecanización del campo exigía y experimentando nuevas formas asociativas en los ámbitos del trabajo y de la cultura.
Y todo ello con el objetivo principal de atender de modo satisfactorio las necesidades de su familia, ofreciendo a sus hijos, a todos nosotros, mejores oportunidades que las que ellos tuvieron. Esa fue su motivación permanente y la guía de sus actuaciones.
Por las anteriores razones y porque lo hicieron desde el cariño, desde el amor, desde el servicio, desde la generosidad y desde el ejemplo, les ofrecemos ahora nuestro agradecimiento y nuestro homenaje.
Muchas gracias por haber sido nuestros padres, hemos tenido una inmensa suerte de ser vuestros hijos.
Lo recordamos ahora en esta despedida reparadora y lo tendremos siempre presente.
No os olvidamos.