Hace cuatro años, uno de nuestros ilustres pregoneros nos indicaba, siguiendo al filósofo griego Platón, que para poder hablar de fiesta han de confluir los siguientes factores: comida, bebida, música, baile o danza y compañía o grupo. Pues bien, todos estos elementos han aparecido juntos en esta octava jornada pudiéndose considerar, en consecuencia, este día, como el primero de las fiestas, propiamente, dichas.
En efecto, a excepción de la tranquilidad, el relajo y la frescura que han supuesto el cuentacuentos y los juegos de agua de la mañana, la sesión de la tarde ha estado presidida por la alegría, el bullicio y la diversión características de la fiesta.
Muy concurrido y animado el paseo por las peñas que ha estado amenizado por la charanga Alianza de Móstoles y acompañado de gigantes y cabezudos, deferencia del ayuntamiento de Torreiglesias que agradecemos. Música y baile por las calles de Otones, a pesar del insufrible calor reinante. Gran participación, como, por otra parte, ha venido siendo habitual en años anteriores.
Cena popular en las primeras horas de la noche para reponer fuerzas. Más de 350 raciones servidas por la junta directiva que se ha tenido que emplear a fondo para atender a un grupo tan numeroso, en el que no faltaba un componente importante de amigos e invitados. Seguidamente, ha tenido lugar el pregón de las fiestas, en el que su autor, Juan Carlos Manrique, decano de la Facultad de Educación de Segovia, de la UVA, ha pasado revista con gran solvencia y conocimiento, a la historia de nuestra asociación, de ya 47 años de duración.
Muy emocionante, también, el sorteo de la junta directiva, ante la oportunidad de poder prestar a nuestro pueblo un servicio en la gestión de su Asociación.
Finalmente, la jornada finalizó con la música de la orquesta Tritón que ofreció un repertorio variado de ritmos populares con los que el numeroso público asistente bailó hasta bien entrada la noche.
Para algunos la fiesta se prolongó hasta el comienzo de la mañana.