Esta jornada, que representa el paso del ecuador de las fiestas, ha recuperado una actividad que llevaba ya unos cuantos años sin programarse. Nos estamos refiriendo a los circuitos multiaventura. En este caso se ha elegido el parque Pinocio (pinares de Sanchonuño) para desarrollar la modalidad de “En los árboles”, destinada a edades desde los tres años, y la modalidad de paintball para los mayores de 14. Más de una treintena de aventureros, de muy diversas edades, han puesto a prueba su capacidad de aguante, de esfuerzo y de atrevimiento para sortear las no pocas dificultades del circuito. La experiencia, en términos generales y a pesar del intenso calor, ha sido satisfactoria.
Dificultades diversas impidieron la celebración del scape-room programado, como se sabe, un juego muy seguido en el que se ejercitan las dotes de observación y de ingenio de los participantes.
A últimas horas de la tarde se celebró una sesión extra del taller de jotas con el objetivo de rematar la preparación de los bailes de la procesión.
Por la noche, El Canto del Bobo ofreció un gran concierto con versiones del mejor rock y pop de los años 80 y 90. La gente escuchó y bailó con ganas los grandes éxitos musicales de estas décadas.
Después, Marek DJ animó a los resistentes hasta no se sabe qué hora. ¿Es necesario?