De un lado, las autoridades que gestionan la salud de Castilla y León, de momento, impertérritas ante una situación que creen controlar. Del otro, una gran marea en defensa de la sanidad rural que sigue creciendo. Primero, fueron los profesionales sanitarios, después diferentes plataformas y colectivos y, ahora, ya, buena parte de la ciudadanía que no está dispuesta a permitir que el servicio más básico de todos los que ha de prestar la administración, la salud, se pretenda hacer en condiciones precarias, rebajando los estándares de calidad que habían caracterizado etapas anteriores.
Lo que ocurrió ayer en Turégano, 28 de agosto, es una excelente muestra de lo que estamos diciendo. Un número muy importante de ciudadanos se dio cita en las calles de esta localidad para reclamar una SANIDAD RURAL DIGNA. Entre ellos, autoridades locales de distinto signo y color político, asociaciones diversas y, sobre todo, usuarios de los servicios, resueltos a ganar ese pulso a la administración.
La A.C. El Corralón de Otones también estuvo representada, tanto en el encabezamiento de la marcha y lectura del manifiesto final, como en el desarrollo de la misma.