Este pasado 4 de agosto se han cumplido 50 años de la promulgación de la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa de 1970, a la postre, una de las iniciativas legislativas más importantes en la historia de nuestro sistema educativo. Por esta razón, desde el Museo Pedagógico de Otones, vamos a dedicar algunas líneas como recuerdo y homenaje a esta ley que proporcionó a la educación española los cambios que necesitaba para adaptarse a los nuevos requerimientos sociales y económicos del desarrollismo de finales del franquismo.
Esta reforma educativa, impulsada por el ministro Villar Palasí, se extendía, por primera vez desde la ley Moyano de 1857, a todos los niveles del sistema. Tuvo una vigencia de 20 años, pues en 1990 se aprobaría una nueva Ley de Ordenación General del Sistema Educativo que modificó la estructura anterior.
La legislación del 70 organizó la educación de nuestro país de la siguiente forma: La educación preescolar, de 2 a 5 años, no obligatoria y gratuita en la etapa de la escuela de párvulos. La educación general básica (EGB), de 8 cursos de duración, de los 6 a los 14 años, obligatoria y gratuita. El bachillerato unificado y polivalente (BUP), con tres años de estudios. Un curso de orientación universitaria (COU), de preparación para los estudios en la Universidad. La formación profesional (FP), que tenía dos niveles, de primer grado y de segundo grado, sancionados con los títulos de técnico auxiliar y técnico especialista, respectivamente. A su vez, la educación superior distinguía tres ciclos. En el primero, después de tres años, se conseguía el título de diplomado, arquitecto técnico o ingeniero técnico. El segundo ciclo, con dos cursos de duración, conducía a la obtención del título de licenciado. Y el tercero, de especialización y preparación para la investigación y la docencia, permitía conseguir la titulación de doctor.
El sistema también contemplaba la educación permanente de adultos, las llamadas enseñanzas especializadas, la educación especial y oras modalidades como la enseñanza a distancia o los cursos nocturnos.
En la próxima entrega abordaremos con mayor detalle las consecuencias y efectos que la ley tuvo para nuestra educación analizando sus aciertos y errores.
Ilustramos estas breves reflexiones con fotografías de la sección que el Museo Pedagógico de Otones dedica a la reforma educativa impulsada por la ley del 70.