El día grande de la fiesta ha sido el sábado, día 24, y qué mejor comienzo podía tener que con dianas y pasacalles, con nuestra música de dulzainas y tamboril que nos evoca sonidos y recuerdos de toda nuestra vida. Después, la misa y procesión en honor a San Benito, nuestro patrón. La procesión, a pesar del calor reinante, ha estado muy animada y vistosa gracias a la participación de Jotones, el grupo de danzas de Otones, creado específicamente para preparar estos bailes.
El vermú, amenizado por la charanga la Atrevida, ha congregado a mucho público en torno a las instalaciones de la asociación y ha dado paso a las comidas familiares en las que se ha degustado, generalmente, el cordero asado.
La siesta reparadora, en muchos casos, ha preparado los cuerpos para la sesión vespertina y la nocturna en las que se ha podido disfrutar de las actuaciones de monologuistas, desfile de disfraces, orquesta… Aunque no es el momento, apuntar solamente que algunas de estas actividades, como los disfraces, tendrán que ser repensadas para ediciones posteriores.
Reseñar, también, el regreso de Lupi y su orquesta Secuencia show, con muchos partidarios y detractores, pero que se adapta a las posibilidades de poder contratar música de baile en directo. Muy concurrida la chocolatada de las primeras horas del día. Y, con las primeras luces del día, tiempo para la ronda y el atrevimiento juvenil.
Destacar de la jornada del domingo la misa de difuntos en la que se ha recordado a las personas queridas que ya nos han dejado. Somos lo que somos gracias a ellos y siempre hemos de tenerlo presente y más, si cabe, en estos momentos festivos.
Después de la paella popular, que ha congregado a un buen número de comensales, aunque, tal vez, menor que el de otros años, se ha abierto el parque infantil para los más pequeños, muy participativos y bulliciosos, y han dado comienzo los campeonatos de los deportes tradicionales o autóctonos como el de chito masculino y el de bolos segovianos femeninos. El lunes se jugaría el de chito femenino y el de bolos masculino. Muy buena participación en estos torneos, más en el de los bolos, si bien la calidad de las tiradas no acaba de repuntar. Es evidente la necesidad de más práctica y entrenamiento. La asociación podría arbitrar un calendario al respecto durante el verano. Seguro que no faltarán voluntarios que se encarguen de organizar esta actividad.
La jornada del domingo se cerró con la actuación de “Los moraítos”, grupo que ofreció una selección de rumbas muy conocidas que fueron, en su caso, cantadas, bailadas y escuchadas por el público asistente en el espacio tan apropiado para estos menesteres como es el de “El Corralón”.
Y, poco a poco, hemos llegado al segundo lunes de la programación, caracterizado, sobre todo, por ser “el día de las patatas”, otra de las comidas populares de las fiestas. Primero, pelarlas, para lo que, a las nueve de la mañana, no menos de 30 voluntarias y algún voluntario se personaban en las instalaciones societarias para ofrecer sus servicios al respecto. Y, después, prepararlas por el grupo de expertos cocineros de la junta directiva y alguna otra ayuda. El resultado, como siempre, un suculento plato de patatas cocidas con costilla que, han hecho repetir a la mayor parte de los comensales a pesar del calor dominante.
Además de los campeonatos autóctonos, ya comentados, la jornada se cerraría con una nueva obra de teatro a cargo del grupo “Y ahora q? teatro”. Esta formación segoviana ha puesto en escena la obra “Mamáaa”, una comedia muy bien trabajada que ha divertido y entretenido al público asistente.
Y, ayer, martes, 27 de agosto, tuvo lugar el cierre de la actividad festiva de Otones con una nueva cena popular. En este caso, con un menú basado, fundamentalmente, en las sardinas, otro de los alimentos básicos y típicos de nuestro pueblo hasta donde nos alcanza la memoria.
Y, hasta aquí la crónica de las fiestas de 2024. Nuestro agradecimiento a la junta directiva saliente por el esfuerzo y dedicación que ha mostrado durante todo el ejercicio de su mandato, y a la junta directiva entrante, ánimo, suerte, colaboración y confianza en que todo saldrá bien, como siempre ha ocurrido.