Comentábamos en la crónica de ayer sobre la fiesta de San Antonio que todas las actividades programadas habían sido del agrado del numeroso público asistente. No obstante, si hubiera que destacar alguna entre todas, tal vez, la del cántico grupal del villancico de San Antonio, “Los pajaritos”, concitaría el acuerdo de la mayoría. Se trata de un momento muy emotivo, que solo se produce una vez al año, y que forma parte del imaginario colectivo de Otones.
El sábado, además, participó un gran número de intérpretes, se hizo al aire libre y contó con una amplia representación de los jóvenes. El resultado fue un éxito rotundo, en el que se conjugaron la emotividad, el sentimiento de pertenencia sin exclusiones y algo de calidad. A nuestro entender, sonó muy bien.
Os dejamos con la prueba